Saturday, May 16, 2009

"La Cúpula"


Estábamos en el funeral de Margarito. Un policía municipal de Tijuana asesinado junto con su familia.
Dormía cuando las primeras ráfagas de metralla atravesaron las paredes de su casa. Eran de madera, de esas puertas de garage que traen como desperdicio de Estados Unidos.
El hijo del oficial desayunaba cuando una de las balas le arrebató la vida. Y que decir de la esposa, minutos antes preparó el desayuno, y cuando inició la balacera, alistaba el uniforme del agente.
Todo se dio en pocos minutos. Un grupo de hombres armados dispararon a la casa del policía.
En la humilde vivienda tambien dormian otras hijas del oficial, quien a pesar de ser herido, salvó a una de ellas de una muerte segura.
El grupo armado se fue al lograr su cometido.
Horas antes, otros 'sicarios' asesinaron a otros dos policías en el bulevar Insurgentes de Tijuana, a la altura del Seminario.
Según se rumoró en aquel entonces, un auto se paró frente a los oficiales, justo cuando en un semáforo en rojo detuvieron la marcha del pick up en la que salían a patrullar. Los tomaron por sorpresa.
Así inició esa triste noche de enero.
No pasó ni una hora, cuando en la popular colonia Tres de Octubre, se reportó un segundo tiroteo. Ahí la víctima fue un niño que dormía en la misma recámara con sus papás.
Tenían pocos meses de llegar a vivir a la casita de madera. La puerta de entrada era de metal, quedó toda llena de hoyos, igual que la pared que daba a la calle.
Los asesinos pretendían matar a otro policía que también dormía en casa con su familia, pero los 'gatilleros' se equivocaron. Dispararon a una casa equivocada. Eran del mismo color.
Depués de estos tres asesinatos, se dio el tiroteo en la casa de Margarito.
Aún no amanecia por completo y la Policía de Tijuana estaba de luto. Dos días después, se dio el adiós a los tres oficiales.
Era una ceremonia con muchas pausa en silencio. Minutos antes de terminar las honras funebres, muchos de los jefes y subjefes comenzaron a retirarse, mientras a lo lejos, unos a otros policías comenzaban a susurarse. Iban a la avenida 'Ermita' Sur, donde se decía estaba "el refuego".
Eran las once de la mañana y el fraccionamiento Cortez estaba rodeado de policias federales, militares, municipales, ministeriales y estatales.
Sin saberlo, llegamos a la zona de conflicto. Ya no avanzamos porque en medio de la calle estaba un hummer del Ejército Mexicano, y detrás de la tanqueta policías ministeriales, quienes con ademanes con las manos, nos pedían alejarnos.
Jorge dio reversa a la unidad para estacionarse en una esquina. Ya detenida la unidad bajé para revisar el areá, mientras tanto Jorge hacia lo necesario para lograr un enlace en vivo a la televisora.
Ni si quiera había observado bien el lugar, cuando escuché el zumbido de las balas de metralla. Me dio miedo -no tengo porque mentir-. Los disparos me hicieron darme cuenta que estábamos en una zona de riesgo.
Mi compañero me gritó que nos resguardaramos en la unidad. Los dos nos tiramos al piso mientras la antena subía de forma automática para luego orientarla e iniciar la transmisión remota a la estación de televisión.
Al correr, el zumbido de las balas se transformó en pequeñas lanzas de color gris que pasaban muy cerca de donde estaba la Unidad de Control Remoto.
Esperamos a que todo se calmara. Y asi fue. Tal vez tres o cuatro minutos, no recuerdo, porque Jorge ya habia logrado la comunicacion con la televisora.
Ya listos para salir al aire, de pronto la señal se esfumó. La esquirla de una bala, golpeó la microonda, eso hizo que se moviera la antena. Claro que en ese momento jamás nos dimos cuenta.
Cuando por fin se logró la comunicacion, los radios para comunicarnos entre reporteros, ya no funcionaron. Se saturaron la redes y era prácticamente imposible hablar con mis compañeros que estaban del otro lado de la zona en conflicto.
Entonces usé el teléfono celular. Así me me explicaron cómo estaba la situacion en la parte Oriente: Que policías habían subido a los techos para saber de donde disparaban los delincuentes, porque hasta ese momento todo era una incógnita, sólo se sabía que tras una persecución inició un tiroteo entre militares y delincuentes en el fraccionamiento Cortez.
En ese momento, los alumnos del jardin de niños 'Mi Alegria' comenzaron a ser desalojados conla ayuda de militares y policias ministeriales que llegaron en apoyo.
Los niños eran presa del panico por la lluvia de balas.
Al mismo tiempo, un helicoptero sobrevolaba el área para ubicar la casa dónde estaba escondido el grupo armado. Ya pasaban mas de una hora de iniciado el tiroteo y sólo se veia el arribo de mas y mas policías.
Casi una hora y media después de que llegamos, la microonda pudo enviar la señal y entonces logramos salir al aire para dar la noticia.
Al narrar lo que ahí pasaba, se escuchó un tiroteo. Creo fue el momento de mayor miedo, pero había que concentrarse en lo que sucedía. Yo estaba detras de la unidad, sólo me cubría la lamina. Al menos en algo podría ayudar, pero Jorge estaba a la vista, frente a mi con la cámara, su única arma, porque su espalda era un blanco perfecto. No se cuánto duró el enlace, pero se me hizo eterno.
A los pocos minutos de terminada la transmision me fui del lugar con Enrique, camarógrafo del canal. Por cierto, para llegar a donde estábamos, tuvo que sortear varios filtros de seguridad tanto del Ejército como de la policía local.
Cuando ya nos íbamos para abordar otra unidad, Alberto, también camarógrafo, me recomendó hacer una toma aérea.
Así que le explique a Enrique. Pero antes de lograrlo, teníamos que salir de la zona en conflicto y había un gran problema, las calles estaban cerradas por patrullas y policías esperando la orden para disparar.
Entonces pedimos ayuda a los oficiales y explicamos el motivo de nuestra salida sin regreso. Sólo así nos permitieron abandonar el lugar. Cuando ya estábamos a unas diez calles, subimos a un cerro cercano, a donde por cierto, un mes antes habíamos ido para hacer imágenes de la ciudad de Tijuana.
Ahí fue cuando a través del lente de la cámara de video Sony Cine Alta, observamos con el zoom a unas manchas que se movian a lo lejos.
Ya una vez ajustado el foco de la camara, nos dimos cuenta que eran policias federales en un techo. Unos 20 tal vez. De verdad que parecia una zona de guerra. Jamas he estado en una, pero me imagino porque cada movimiento que hacian los agentes era minimo y cauteloso.
Entre ellos estaba un jefe de la policia federal a quien meses antes habia conocido por mi trabajo como reportero.
Al mover el lente para revisar la zona, Enrique me llamo en silencio y me mostro una casa con una Cupula gigante que tenia todas las ventanas rotas. De pronto salio una rafaga de metralla de la casa.
Era la casa de "La Cúpula", asi le nombramos en ese momento. Ya teniamos que irnos, pero el inistio en quedarnos, asi que le hizo caso, pues es un camarografo con mucha experiencia.
Asi logramos captar justo el momento cuando se dio el ultimo tiroteo entre policias federales y los gatilleros, porque mientras por arriba trataban los atacaban, otro grupo de federales entraba a la vivienda y subia las escaleras para lanzar gas lacrimogeno y asi controlar a los delincuentes.
Esa imagen la recuerdo muy bien, parecia que lanzaban tierra mientras se oian los disparos, pero era la polvora mezclada con el polvo que dejaban los tabiques rojos que las balas no podian atravesar, pero si golpear con fuerza como un cincel.
Al ver que comenzaron a bajar los federales nos fuimos rumbo a la Cruz Roja, a donde fue trasladado un agente herido.
Despues nos enteramos que en la casa se encontraron un total de seis cadaveres. Uno de los cuerpor, era el de un 'gatillero' que se suicido. Pero antes, llamo a su familia con su telefono celular para despedirse.
Cinco personas fueron detenidas, entre ellas un ingeniero que una semana despues quedó libre pues no tenía nada que ver porque lo detuvieron en una casa contigua. Tambien un policía municipal recobró su libertad meses despues.
Lo detuvieron al estar en la zona, aunque a un federal se le olvidó que dicho agente, le había prestado un radio de comunicación y que por esa razon estaba en la zona de conflicto. Incluso su patrulla tenia disparos, pues fue de los primeros en llegar al domicilio donde vivian los sicarios. Al final, solo tres personas quedaron en prisión.
Era enero del 2008. Así inició el año más violento en la historia moderna de Tijuana.

Monday, April 27, 2009

La "Influenza" del narco en Tijuana


Todo ocurrió en la frontera de Tijuana.
El domingo 26 de abril del 2009 un grupo armado le cerro el paso a dos policías que circulaban por el canon Jhonsito. Les apuntaron con fusiles de asalto. Los hicieron que bajaran y les dieron un mensaje: "Que nos dejen trabajar si no, a partir del lunes comenzaremos a matarlos".
Y en efecto, así fue. A pesar de que la pareja de oficiales platicaron lo sucedido a sus superiores, no les creyeron la advertencia. Es mas, les dijeron que estaban mintiendo por no querer trabajar.
La primera en ser herida de muerte, fue la oficial tijuanense, Miguelina. Eran las ocho de la mañana del lunes 27 de abril.
La mujer policía apenas llegaba en su vehículo a su centro de trabajo en la plaza Santa Anita de la delegación Mesa de Otay, cuando le dispararon por la espalda con un fúsil AR-15, calibre .223. La bala, primero atravesó la ventana trasera del piloto, después pasó el asiento y al tras salir, golpeó con toda fuerza el chaleco antibalas. Lo pasó como si nada y perforó el pulmón izquierdo de Miguelina.
A pesar de estar herida, la oficial salió de su camioneta cuando llegó la ambulancia de Cruz Roja, se subió.
Los agresores huyeron a bordo de una camioneta Envoy, la dejaron abandonada en la colonia Las Torres, a unos 5 kilómetros. Adentro de la unidad robada, estaba el arma. 
Casi al mismo tiempo, en la colonia Sánchez Taboada, otro policía fue "levantado" por un comando armado.
Tres horas después, el Gobierno anunció que por el virus de la "Influenza Porcina", no habría clases en las escuelas de Baja California. Claro que a quienes poco les importó esta "alerta" sanitaria, fue a la delincuencia organizada. Ellos se armaron, y no precisamente con tapa-bocas,= si no con armas para iniciar la cacería de policías.
A las siete de la tarde me llamo un policia al, celular. El mismo que me conto lo sucedido a los oficiales. El primer reporte era la agresion a cuatro policias, dos se reportabanm heridos. El ulular de las sirenas no solo era de ambulancias para tratar de brindarles ayuda, ese sonido se confundio con el ulular de las patrullas, que asi como llegaron tuvieron que irse del lugar donde fue esta agresion, porque habia otro titoreo a la Comandancia de la Policia Auxiliar de Tijuana. Minutos despues se informo que en otros puntos de la ciudad, otros oficiales fueron agredidos por un comando armado. Terminaron con la vida de siete policías y dos resultaron heridos de bala. Todo ocurrio en 45 minutos, asi lo informaron al siguiente dia las autoridades. Hasta hoy no se sabe nada de los detenidos, solo que la advertencia se cumplio.

Monday, February 27, 2006

Los Descuartizadores de Tj....

No cabe duda que en Tijuana sobran historias... Esta tarde vi con mucho interés una entrevista que le hicieron a un tres prostitutas y un wey que detuvo la Procuraduría de Baja California... El cuarteto y otros dos tipos asesinaron a un sujeto que los timó con 7 mil dólares, a quien basta decir: Lo descuartizaron... La entrevista empieza con José de Jesús Hernández, "El Chilaquil", a quien al preguntarle su participación en el asesinato de "El Sergio", respondió que no sabía porqué lo habían detenido, así con evasivas trató de negar todo vínculo... Después siguió la plática con Perla Cervantes, una de las llamadas "Cuatas", quien sin temor decía que la implicaron junto con su hermana María del Carmen... Que las obligaron a guardar el tronco de "El Sergio", todo bajo la amenaza de que matarían a su familia de la misma forma en que lo hicieron, incluso relataban que había otras dos personas involucradas, quienes no estaban detenidas... Luego siguió la entrevista con María del Carmen, quien practicamente dijo lo mismo, pero después siguió Teresa de Jesús Toledo Morales... La joven tal vez como de 26 años explicó a la periodista que dejó vivir a una de las "Cuatas" en su cuarto porque se había peleado con su hermana, que pocas veces llegaba a su cuarto porque siempre se quedaba en hoteles debido a au trabajo... Negó participar en el asesinato de "El Sergio", pero cuando acusó a "El Chilaquil" de serquien descuartizó el cuerpo, las "Cuatas" le gritaron que no era cierto... "Chilaquil?, Chilaquil?", diles quién le cortó la cabeza a "El Sergio"?, diles?.... El tipo gritó: Pos fue "La Tere".... Comenzaron entonces a pelear y echarse la culpa frente a la camára de televisión, no había más se delataron todos, entonces platicaron de que forma descuatizaron a "El Sergio", de quien por cierto a la fecha no se encuentra la cabeza..... Esto continúa...

Tuesday, October 18, 2005

El Carpintero


Muchos medios de Tijuana hablaron de la detención de un comando de hombres armados integrado por agentes de las policías municipal y ministerial.
Lo cierto es que todos se fueron con la inercia de que elementos encargados de la seguridad en las calles eran quienes lo agrupaban, pero jamás revisaron en los antecedentes del civil Francisco Noriega Alarcón, de 29 años.
Cuando los detuvieron allá por el Aguaje de la Tuna como a eso de las siete de la tarde alguien dijo que era "El Carpintero", lo malo es que los policías entendieron que era de oficio carpintero.
incluso la Procuraduría del Estado en Baja California así lo dio a conocer, aquí parte del comunicado que se envió:


... En este operativo fueron detenidos e identificados como Abraham Francisco
Salazar Arambula, de 33 años, Subjefe de la policía municipal de la
delegación Sánchez Taboada, quien se encuentra incapacitado; Francisco
Noriega Alarcón, de 29 años, de oficio carpintero
; Luis Arturo Cosme
Espinoza, de 29 años, oficial de la policía municipal, del Grupo de Reacción
Inmediata; Gilberto Méndez Moncada, de 42 años, agente ministerial del Grupo
de Robo de Vehículos, actualmente de vacaciones; Eduardo Chagoya Carrillo,
de 32 años, policía municipal en la delegación Sánchez Taboada y Carlos
Cosme Espinoza, de 29 años, agente ministerial de Grupo de la Mesa.

Después de que autoridades estatales los arrestaron junto con todo un arsenal de armas de alto poder y cuatro autos robados, los entregaron a las autoridades de la delegación de la Procuraduría General de la República en Tijuana.
Si los agentes de la AFI, incluso el Ministerio Público Federal tuviera un poco de interés en el caso o al menos de intuición, a Noriega Alarcón le habrían revisado las manos para ver sí en realidad era de oficio carpintero, pero jamás lo hicieron.
A este hombre lo buscaban, en teoría, las autoridades desde el año pasado cuando parte de sus amigos y compinches de pillerías lo delataron como parte de una de las células más importantes del Cártel de los hermanos Arellano Félix.
"El Carpintero" era uno de los hombres de mayor confianza dentro de la organización, incluso podría decirse que a la altura de "El Teo", uno de los lugartenientes en Tijuana.
Mesa de Otay era su área de trabajo, su zona, como le llaman los dealers de esta Ciudad fronteriza, ahí movía sobre todo "crystal", aunque su labor principal consistía en ir por los embarques de cocaína.

Tuesday, July 12, 2005

Ríos Galeana


Jamás olvidé el nombre: Alfredo Ríos Galeana. Desde que era niño se volvió popular en la colonia, y es que a la vuelta de mi casa rentó un departamento.
A mediados de los 80´s “El Poncho” nos confió que el temido asaltabancos de la ciudad de México pagó el depósito y varias rentas por adelantado en una sola exhibición a su suegro.
Les pidió además que no lo molestaran, incluso mandó a instalar una bomba automática de agua que sólo le diera servicio a su departamento, así no tendría que lidiar por el líquido a la hora que quisiera.
Todos los muebles que llevó eran nuevos, eso les llamó la atención, aunque más aún notar que las personas que lo visitaban llegaban en autos de lujo.
Pero eso terminó cuando en las noticias se supo que habían detenido a Ríos Galeana, denominado ya desde entonces como “El enemigo público número uno de México”.
Los judiciales catearon todos los departamentos, incluso donde vivía “El Poncho” con su esposa, el de sus suegros, aunque los policías se llevaron lo que pudieron: Joyas y dinero, el resto lo presentaron como pruebas.
Sin embargo, cuando estuvieron con las autoridades del Gobierno del Distrito Federal “Ríos Galeana” les pidió a lo agentes dejar libre a todos los miembros de esa familia ya que no tenían nada que ver con sus negocios ilícitos.
En agradecimiento “El Poncho” lo visitó en el Reclusorio Sur de la ciudad de México, incluso le llevó de comer, como recompensa el famoso asaltabancos y secuestrador le regaló los muebles.
En la colonia Granjas Valle de Guadalupe situada a las orillas de Ecatepec, Estado de México, todo mundo se enteró por las noticias que ahí se escondió varios meses Ríos Galeana, al que tiempo después le compusieron un corrido.
Con el paso de los años se me olvidó ese nombre, pero Saúl, un amigo de Tijuana, me lo recordó una vez que salimos a beber cervezas a un bar de la Zona Norte.
Fue a principios del 2003, eran tal vez las cuatro de la mañana cuando me platicó que en Nezahualcóyotl lo conoció por un amigo.
Le contó que él era el famoso ladrón de bancos, aunque no le creyó si no hasta que juntos entraron a una tienda de abarrotes a robar, pero prefirió separarse a vivir a salto de mata.
Después supo que lo detuvieron pero que había escapado y desde no sabía más de él.
Al paso de los meses otra vez olvidé a este personaje, pero ayer un amigo dijo: Van a deportar a un Ríos Galeana o algo así, de inmediato recordé, es Alfredo, Alfredo Ríos Galeana.

Tuesday, June 07, 2005

Aguilar Zinzer

En octubre del 2004 conocí a Adolfo Aguilar Zinzer en un bar de la Zona Norte de Tijuana.
Fue en el Zacazonapan. A muchos les sonará familiar el nombre a otros nel.
En esa ocasión iba con el panther a ver la película de Un día sin mexicanos que se proyectaba en la malla que divide a México de los Estados Unidos, justo donde termina Latinoamérica.
Cuando llegamos a Playas de Tijuana la movie había terminado, había mucho tráfico así que mejor decidimos abortar e irnos al Turístico.
Ya después de varias cervezas y de pláticas infrutuosas sobre cómo cambiar al mundo, decidimos darnos una vuelta al abismo real: El Zacazonapan.
Recuerdo que pedí una caguama, mientras el panther platicaba con un batillo.
Comencé a pistear, de pronto me senté en una de esas mesas rojas que tienen sillas que salen del mismo metal de la mesa.
Había dos o tres morritas así como un wey.
Empezaron a bailar, una rola de esas de mi pueblo, así que agarré a una de las morras y como dicen allá en mi pueblo: Empezamos a mover el bote.
Total, pedí otra caguama y paré.
No faltó el que vendía droga, así que rápido lo despaché y después fui con el panther para que sacara la otra chela.
Ya con la otra chela encima, noté que había un ruco de cabello cano y esponjado.
Su lentes y el traje que portaba me hicieron veerlo de nuevo.
Le pregunté entonces al panther: Ese wey es que estaba en la ONU.
Me respondió: Sí, es Aguilar Zinzer.
Como estaba con la chava con la que había bailado y sus amigos, me aproximé y entablamos plático. Lo mismo hizo el panther.
Después estabamos pisteando todos juntos, incluso andaba el culturero de Navalón.
También llegó el wey que produjo la película de Un día sin mexicanos.
Ya después de tanto humo y cerveza, decidí irme, no sin antes despedirme de la raza y claro de Aguilar Zinzer.
El Panther se quedó con ese weyes.
A la siguiente semana llegó a mi correo electrónico esto:

Subject: Datos AAZ

Estimado Oso:

Me dió mucho gusto saludarte durante mi visita a Tijuana, hace ya algún tiempo y espero que podamos seguir en contacto. Te envío mis datos personales:

Adolfo Aguilar Zinser
Dr. Gálvez 33-303
Col. San Ángel
01000 México, D.F.
Tel: 5550-0795
Fax: 5616-1997

Saludos cordiales,

Adolfo.

Todo esto sale a colación porque el lunes por la noche vi en las noticias que AAZ murió en un accidente automovilístico.
Aclaro que no era mi amigo, sólo que lo conocí en una peda como a muchos de ustedes y claro que me sacó de onda saber que murió.
Me preguntan que si pagué la esquela o que si ando awuitado, la neta nel. Sólo espero que cuando les pase a ustedes tampoco me pregunten cómo me siento.

Tuesday, May 17, 2005

Tijuana y Tamaulipas. No son iguales, pero como se parecen.

Fue directo cuando le pregunté por la muerte de la periodista de Reynosa, Tamaulipas: Trabajaba para el Cártel del Golfo, era parte de la organización.
Después me confió que su labor consistía en evitar que los medios de comunicación dieran cuenta de la violencia que se generaba en esa región fronteriza de México.
¿Cómo está eso padrino?
Mira, a los corresponsales les daba 2 mil 500 dólares al mes. A los buenos.
Los que menos eran los locales, pero dependía el medio, iba de unos mil a mil 500, los que menos unos 100 dólares.
Ese era su trabajo, como vez, estaba dentro de la organización.
Cuando me platicó la historia recordé muchas que se vivieron en Tijuana, allá por principios de los 90’s. En aquel entonces a “El Mayel”, sólo le gustaba que lo ubicaran por su apodo, pobre del que se atreviera a llamarle por su nombre: Ismael Higuera Guerrero.
En una ocasión, en cierto periódico se escribió el nombre de quien fue considerado uno de los principales operadores del cártel de los hermanos Arellano Félix.
Cuando se enteró que en cierta columna se le mencionaba envió a un emisario, pidió expresarle al encargado de la venenosa información recordar el pacto.

Timbró el teléfono celular:

-Bueno...
-Qué pasó mi amigo?. No quedamos en algo.
-Claro, qué pasó, a qué te refieres.
-Oye es que leí algo que saldrá mañana y pues le va a molestar al Señor.
-¡Ah, caray!... debió ser un error, déjame checarlo.
-Ahí te encargo compadrito.
Clikc....

Tshic, tshic, tshic, tshic, se escuchaba el marcar del teléfono celular....
-Bueno....
-Sí, dígame a qué extensión.
-/*-+¿’´+[*¿’
- Bueno.
-Te llamo porque puse unos datos mal en mi columna.
- Ok. Cuáles.... aunque ya los corregí....
-Gracias.
-De nada. Mañana nos vemos....